31 de Marzo de 2017.
LOS GRANDES GESTOS NO SIEMPRE TRIUNFAN EN LA VIDA REAL.
DECLARACIÓN FALLA POR BALCÓN FLOJO.
Rita Torres sufrió
un accidente mientras se asomaba por su balcón a observar a su enamorado
haciéndole una declaración con mariachis en plena noche.
Los vecinos de la cuidad de Quilmes se encontraron con un
hecho bastante extraño para lo que están acostumbrados a ver. La ambulancia y
los bomberos estuvieron recorriendo el lugar el pasado fin de semana por el
accidente que sufrió nuestra protagonista, la señora Torres.
Un vecino de la
señora de 35 años le dedicó una serenata en horas de la noche a su amada, como un clásico de las historias de amor que todo el mundo adora. El enamorado señor Gómez se escabulló
por el jardín trasero de la señora Torres con sus soldados en plan para la batalla de conquistarla. Los hombres que lo acompañaban iban a ser los responsables de que
su amor cayera completamente gracias a la música. Gómez estaba completamente
preparado, así que agarró una piedra del piso y la lanzó a la ventana de su compañera. Luego de haber lanzado unas cuatro, la señora Torres se asomó al
balcón y, a los ojos del señor Gómez, ella se veía como una de las más bellas obras de arte que él había visto jamás. Confundida, mientras salía al exterior, miró con ojos curiosos a todos lados. En
ese momento los mariachis empezaron la serenata romántica y la mujer, cada vez
más confundida, se apoyó en la inquieta baranda escuchando la declaración de su enamorado. Después de un tiempo,
el barandal se fue aflojando lo que hizo que la señora Torres cayera desde el
balcón. El señor Gómez, conmocionado, no supo qué hacer y los mariachis
tampoco, por lo que, siguieron tocándole al cuerpo de la señora en el piso. Al
rato llamaron a la ambulancia para que asistieran a la caída de inmediato y lo
que había comenzado con la intención de ser una declaración, termino como una
visita al hospital y una denuncia contra el señor Gómez por creerlo responsable
del hecho.
En la comisaria la
señora Torres apareció con un cuello ortopédico y un tobillo roto. El señor
Gómez, con el corazón quebrado, estaba en conflicto con quien nunca hubiera
querido. La exposición duró alrededor de unas dos o tres horas, y el enamorado
pudo explicarle que no era, en sí, su culpa que el borde del balcón estuviera
flojo. La señora y el señor se quedaron hablando sobre lo que había pasado con
más exactitud y en ese momento Gómez pudo decirle que estaba enamorado de ella
hace un tiempo y a ella le pareció un gesto tan hermoso que decidió darle una
oportunidad y aceptó salir con él.
Mejor, Martu! Muy bien!
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